Selasa, 22 Maret 2016

Premium Read Online ++El hombre que plantaba รกrboles (Ilustrado) Jean Giono,Palmira Feixas Guillamet VVIP

๐„๐ฅ ๐ก๐จ๐ฆ๐›๐ซ๐ž ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฉ๐ฅ๐š๐ง๐ญ๐š๐›๐š รก๐ซ๐›๐จ๐ฅ๐ž๐ฌ (๐ˆ๐ฅ๐ฎ๐ฌ๐ญ๐ซ๐š๐๐จ) ๐‰๐ž๐š๐ง ๐†๐ข๐จ๐ง๐จ,๐๐š๐ฅ๐ฆ๐ข๐ซ๐š ๐…๐ž๐ข๐ฑ๐š๐ฌ ๐†๐ฎ๐ข๐ฅ๐ฅ๐š๐ฆ๐ž๐ญ PDF, ๐„๐ฅ ๐ก๐จ๐ฆ๐›๐ซ๐ž ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฉ๐ฅ๐š๐ง๐ญ๐š๐›๐š รก๐ซ๐›๐จ๐ฅ๐ž๐ฌ (๐ˆ๐ฅ๐ฎ๐ฌ๐ญ๐ซ๐š๐๐จ) ๐‰๐ž๐š๐ง ๐†๐ข๐จ๐ง๐จ,๐๐š๐ฅ๐ฆ๐ข๐ซ๐š ๐…๐ž๐ข๐ฑ๐š๐ฌ ๐†๐ฎ๐ข๐ฅ๐ฅ๐š๐ฆ๐ž๐ญ Epub, ๐„๐ฅ ๐ก๐จ๐ฆ๐›๐ซ๐ž ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฉ๐ฅ๐š๐ง๐ญ๐š๐›๐š รก๐ซ๐›๐จ๐ฅ๐ž๐ฌ (๐ˆ๐ฅ๐ฎ๐ฌ๐ญ๐ซ๐š๐๐จ) ๐‰๐ž๐š๐ง ๐†๐ข๐จ๐ง๐จ,๐๐š๐ฅ๐ฆ๐ข๐ซ๐š ๐…๐ž๐ข๐ฑ๐š๐ฌ ๐†๐ฎ๐ข๐ฅ๐ฅ๐š๐ฆ๐ž๐ญ Ebook, ๐„๐ฅ ๐ก๐จ๐ฆ๐›๐ซ๐ž ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฉ๐ฅ๐š๐ง๐ญ๐š๐›๐š รก๐ซ๐›๐จ๐ฅ๐ž๐ฌ (๐ˆ๐ฅ๐ฎ๐ฌ๐ญ๐ซ๐š๐๐จ) ๐‰๐ž๐š๐ง ๐†๐ข๐จ๐ง๐จ,๐๐š๐ฅ๐ฆ๐ข๐ซ๐š ๐…๐ž๐ข๐ฑ๐š๐ฌ ๐†๐ฎ๐ข๐ฅ๐ฅ๐š๐ฆ๐ž๐ญ Rar, ๐„๐ฅ ๐ก๐จ๐ฆ๐›๐ซ๐ž ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฉ๐ฅ๐š๐ง๐ญ๐š๐›๐š รก๐ซ๐›๐จ๐ฅ๐ž๐ฌ (๐ˆ๐ฅ๐ฎ๐ฌ๐ญ๐ซ๐š๐๐จ) ๐‰๐ž๐š๐ง ๐†๐ข๐จ๐ง๐จ,๐๐š๐ฅ๐ฆ๐ข๐ซ๐š ๐…๐ž๐ข๐ฑ๐š๐ฌ ๐†๐ฎ๐ข๐ฅ๐ฅ๐š๐ฆ๐ž๐ญ Zip, ๐„๐ฅ ๐ก๐จ๐ฆ๐›๐ซ๐ž ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฉ๐ฅ๐š๐ง๐ญ๐š๐›๐š รก๐ซ๐›๐จ๐ฅ๐ž๐ฌ (๐ˆ๐ฅ๐ฎ๐ฌ๐ญ๐ซ๐š๐๐จ) ๐‰๐ž๐š๐ง ๐†๐ข๐จ๐ง๐จ,๐๐š๐ฅ๐ฆ๐ข๐ซ๐š ๐…๐ž๐ข๐ฑ๐š๐ฌ ๐†๐ฎ๐ข๐ฅ๐ฅ๐š๐ฆ๐ž๐ญ Read Online, ๐„๐ฅ ๐ก๐จ๐ฆ๐›๐ซ๐ž ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฉ๐ฅ๐š๐ง๐ญ๐š๐›๐š รก๐ซ๐›๐จ๐ฅ๐ž๐ฌ (๐ˆ๐ฅ๐ฎ๐ฌ๐ญ๐ซ๐š๐๐จ) ๐‰๐ž๐š๐ง ๐†๐ข๐จ๐ง๐จ,๐๐š๐ฅ๐ฆ๐ข๐ซ๐š ๐…๐ž๐ข๐ฑ๐š๐ฌ ๐†๐ฎ๐ข๐ฅ๐ฅ๐š๐ฆ๐ž๐ญ Google Drive, ๐„๐ฅ ๐ก๐จ๐ฆ๐›๐ซ๐ž ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฉ๐ฅ๐š๐ง๐ญ๐š๐›๐š รก๐ซ๐›๐จ๐ฅ๐ž๐ฌ (๐ˆ๐ฅ๐ฎ๐ฌ๐ญ๐ซ๐š๐๐จ) ๐‰๐ž๐š๐ง ๐†๐ข๐จ๐ง๐จ,๐๐š๐ฅ๐ฆ๐ข๐ซ๐š ๐…๐ž๐ข๐ฑ๐š๐ฌ ๐†๐ฎ๐ข๐ฅ๐ฅ๐š๐ฆ๐ž๐ญ Online ReadCrรญticas Recomendaciรณn de Librosyliteratura.es, escrita por Sergio Sancor El hombre que plantaba รกrboles, de Jean Giono Lo sencillo. Eso que olvidamos, pero que estรก ahรญ. Lo que espera a que nos demos cuenta. Una palabra, una historia, un cuento convertido en realidad. Lo sencillo. Que se pega a nuestro cuerpo y no nos abandona. Pero a lo que no hacemos caso. Miramos para otro lado, nos complicamos la existencia, nos absorben las preocupaciones. Y nos quejamos, nos preocupamos, es decir, nos ocupamos antes de tiempo, antes de que haya sucedido nada, como si nos importara mรกs el maรฑana que el hoy. Lo sencillo. Que avanza a paso lento, pero que avanza. A lo que no echamos una pequeรฑa mirada, al detalle mรกs nimio, a lo que de verdad cuenta. Un simple color, un sonido apenas audible, una letra que unida a otras forman un cuento. El hombre que plantaba รกrboles es lo sencillo, construido de tal forma que se convierte en algo delicioso, en un manjar que se saborea, que termina rรกpido, pero que en realidad permanece mucho, quizรก todo, durante tanto tiempo que es de visita obligada una segunda, puede que una tercera, y tambiรฉn una cuarta vez. Es lo sencillo, eso que importa, lo que recuerda a viajes pasados, lo que nos descubre que no hacen falta grandes aspavientos para convertir algo en enorme, en vivo, en respiraciรณn entre tanta contaminaciรณn, en lo claro que aparece despuรฉs de la oscuridad. Es lo simple, lo que se encuentra agazapado, lo que devuelve la sonrisa, quizรก la esperanza perdida, ese camino que nos lleva a un final que saludamos con una sonrisa, con media sonrisa, con la sonrisa pรญcara de un niรฑo que ha disfrutado con el juego, que ha sabido pasรกrselo bien. Es lo sencillo, lo que importa, lo que de verdad se queda. Es asรญ, esto es asรญ, como la vida que cuelga, que se balancea, pero que no se disipa nunca, agarrรกndose a nosotros como si no hubiera nada mรกs importante.   Sucede que, en numerosas ocasiones, yo me siento a leer en una terraza para tomar un cafรฉ. Y sucede tambiรฉn que, mientras ese cafรฉ va desapareciendo de la taza, yo voy viรฉndome inmerso en la historia que me cuenta un libro. El hombre que plantaba รกrboles no fue una excepciรณn. Con el sabor amargo de un cafรฉ demasiado cargado, fui recorriendo la historia que guarda esta novela de Jean Giono con esa sensaciรณn de encontrarme ante algo importante, ante una palabra que no habรญa pretendido toparme, ante un regalo que alguien, algรบn dรญa, me recomendรณ y que yo pasรฉ por alto. Asรญ es como me sentรญ al ir desentraรฑando la historia de un hombre, Elzรฉard Bouffier, que dedicรณ su vida a plantar รกrboles, los aรฑos a verles crecer, y la muerte a ver cรณmo su obra se habรญa convertido en algo distinto, en algo mรกs grande, que influรญa en todo lo que la rodeaba. Sรญ, puede parecer a los ojos de los lectores que estamos ante una historia sencilla, y en el fondo lo es. Pero si uno va ahondando mรกs en las implicaciones que puede tener verรก cรณmo lo que refleja esta historia, este pequeรฑo cuento, convierte a quien lo lee en alguien que ha encontrado algo especial. Puede que sea por la facilidad con la que el autor nos describe las situaciones, puede que sea porque lo que se lee encierra algo, no sabemos quรฉ, pero en cualquier caso algo tan bello que es imposible no sentirse tocado, casi araรฑado por la sensaciรณn de esperanzadora compaรฑรญa, como si estuviรฉramos ante un amigo que reconforta el peor de los momentos. ¿Puede un libro cambiar en algo la vida de alguien? Puede, y este libro lo consigue. Menciรณn aparte, porque la merece, es la delicada ediciรณn de Duomo Ediciones que, junto con las imรกgenes de Jรถelle Jolivet, transforma una lectura en experiencia visual. Y quรฉ decir de las dos escenas en pop – up que se nos regala a los lectores, dos visiones diferentes de una misma realidad, que descubren que el paso del tiempo no significa siempre la decadencia, el dolor, la sequedad del ser humano, sino todo lo contrario. Una perfecta combinaciรณn de lectura y disfrute la que se nos ofrece, mรกs allรก del simple paso de nuestros ojos por las letras. Se reposa, se cierran los ojos, tras el punto y final que nos devuelve a la realidad, y entendemos que algo ya es distinto, que con esta pequeรฑa historia nos hemos converitdo en otra cosa, en algo que no nos imaginรกbamos. Puede que sea yo, quizรก las circunstancias, pero en cualquier caso algo se ha movido, ha virado de direcciรณn y me ha llevado a otro sitio, creo que mejor, porque aunque el cafรฉ que estaba tomando mientras lo leรญa estuviera amargo, la sensaciรณn en mi garganta ha sido la del dulce caramelo que aliviaba la inflamaciรณn y me tranquilizaba durante todo el dรญa. Sรณlo por eso, quizรก, ya mereciera la pena echarle un vistazo. Reseรฑa del editor «Imagino que Jean Giono habrรก plantado no pocos รกrboles a lo largo de su vida. Sรณlo quien ha cavado la tierra para acomodar una raรญz o la promesa de รฉsta podrรญa haber escrito la singularรญsima narraciรณn que es El hombre que plantaba รกrboles, una indiscutible proeza en el arte de contar. (...) Y รฉsa es la conclusiรณn: estamos esperando a Elzรฉard Bouffier, antes de que sea demasiado tarde para el mundo.» Josรฉ Saramago Work VVIP PREMIUM +++ ๐„๐ฅ ๐ก๐จ๐ฆ๐›๐ซ๐ž ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฉ๐ฅ๐š๐ง๐ญ๐š๐›๐š รก๐ซ๐›๐จ๐ฅ๐ž๐ฌ (๐ˆ๐ฅ๐ฎ๐ฌ๐ญ๐ซ๐š๐๐จ) ๐‰๐ž๐š๐ง ๐†๐ข๐จ๐ง๐จ,๐๐š๐ฅ๐ฆ๐ข๐ซ๐š ๐…๐ž๐ข๐ฑ๐š๐ฌ ๐†๐ฎ๐ข๐ฅ๐ฅ๐š๐ฆ๐ž๐ญ

Jean Giono,Palmira Feixas Guillamet El hombre que plantaba รกrboles (Ilustrado)

๐„๐ฅ ๐ก๐จ๐ฆ๐›๐ซ๐ž ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฉ๐ฅ๐š๐ง๐ญ๐š๐›๐š รก๐ซ๐›๐จ๐ฅ๐ž๐ฌ (๐ˆ๐ฅ๐ฎ๐ฌ๐ญ๐ซ๐š๐๐จ) ๐‰๐ž๐š๐ง ๐†๐ข๐จ๐ง๐จ,๐๐š๐ฅ๐ฆ๐ข๐ซ๐š ๐…๐ž๐ข๐ฑ๐š๐ฌ ๐†๐ฎ๐ข๐ฅ๐ฅ๐š๐ฆ๐ž๐ญ


๐„๐ฅ ๐ก๐จ๐ฆ๐›๐ซ๐ž ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฉ๐ฅ๐š๐ง๐ญ๐š๐›๐š รก๐ซ๐›๐จ๐ฅ๐ž๐ฌ (๐ˆ๐ฅ๐ฎ๐ฌ๐ญ๐ซ๐š๐๐จ) ๐‰๐ž๐š๐ง ๐†๐ข๐จ๐ง๐จ,๐๐š๐ฅ๐ฆ๐ข๐ซ๐š ๐…๐ž๐ข๐ฑ๐š๐ฌ ๐†๐ฎ๐ข๐ฅ๐ฅ๐š๐ฆ๐ž๐ญ

WorkingVVIP Crรญticas Recomendaciรณn de Librosyliteratura.es, escrita por Sergio Sancor El hombre que plantaba รกrboles, de Jean Giono Lo sencillo. Eso que olvidamos, pero que estรก ahรญ. Lo que espera a que nos demos cuenta. Una palabra, una historia, un cuento convertido en realidad. Lo sencillo. Que se pega a nuestro cuerpo y no nos abandona. Pero a lo que no hacemos caso. Miramos para otro lado, nos complicamos la existencia, nos absorben las preocupaciones. Y nos quejamos, nos preocupamos, es decir, nos ocupamos antes de tiempo, antes de que haya sucedido nada, como si nos importara mรกs el maรฑana que el hoy. Lo sencillo. Que avanza a paso lento, pero que avanza. A lo que no echamos una pequeรฑa mirada, al detalle mรกs nimio, a lo que de verdad cuenta. Un simple color, un sonido apenas audible, una letra que unida a otras forman un cuento. El hombre que plantaba รกrboles es lo sencillo, construido de tal forma que se convierte en algo delicioso, en un manjar que se saborea, que termina rรกpido, pero que en realidad permanece mucho, quizรก todo, durante tanto tiempo que es de visita obligada una segunda, puede que una tercera, y tambiรฉn una cuarta vez. Es lo sencillo, eso que importa, lo que recuerda a viajes pasados, lo que nos descubre que no hacen falta grandes aspavientos para convertir algo en enorme, en vivo, en respiraciรณn entre tanta contaminaciรณn, en lo claro que aparece despuรฉs de la oscuridad. Es lo simple, lo que se encuentra agazapado, lo que devuelve la sonrisa, quizรก la esperanza perdida, ese camino que nos lleva a un final que saludamos con una sonrisa, con media sonrisa, con la sonrisa pรญcara de un niรฑo que ha disfrutado con el juego, que ha sabido pasรกrselo bien. Es lo sencillo, lo que importa, lo que de verdad se queda. Es asรญ, esto es asรญ, como la vida que cuelga, que se balancea, pero que no se disipa nunca, agarrรกndose a nosotros como si no hubiera nada mรกs importante.   Sucede que, en numerosas ocasiones, yo me siento a leer en una terraza para tomar un cafรฉ. Y sucede tambiรฉn que, mientras ese cafรฉ va desapareciendo de la taza, yo voy viรฉndome inmerso en la historia que me cuenta un libro. El hombre que plantaba รกrboles no fue una excepciรณn. Con el sabor amargo de un cafรฉ demasiado cargado, fui recorriendo la historia que guarda esta novela de Jean Giono con esa sensaciรณn de encontrarme ante algo importante, ante una palabra que no habรญa pretendido toparme, ante un regalo que alguien, algรบn dรญa, me recomendรณ y que yo pasรฉ por alto. Asรญ es como me sentรญ al ir desentraรฑando la historia de un hombre, Elzรฉard Bouffier, que dedicรณ su vida a plantar รกrboles, los aรฑos a verles crecer, y la muerte a ver cรณmo su obra se habรญa convertido en algo distinto, en algo mรกs grande, que influรญa en todo lo que la rodeaba. Sรญ, puede parecer a los ojos de los lectores que estamos ante una historia sencilla, y en el fondo lo es. Pero si uno va ahondando mรกs en las implicaciones que puede tener verรก cรณmo lo que refleja esta historia, este pequeรฑo cuento, convierte a quien lo lee en alguien que ha encontrado algo especial. Puede que sea por la facilidad con la que el autor nos describe las situaciones, puede que sea porque lo que se lee encierra algo, no sabemos quรฉ, pero en cualquier caso algo tan bello que es imposible no sentirse tocado, casi araรฑado por la sensaciรณn de esperanzadora compaรฑรญa, como si estuviรฉramos ante un amigo que reconforta el peor de los momentos. ¿Puede un libro cambiar en algo la vida de alguien? Puede, y este libro lo consigue. Menciรณn aparte, porque la merece, es la delicada ediciรณn de Duomo Ediciones que, junto con las imรกgenes de Jรถelle Jolivet, transforma una lectura en experiencia visual. Y quรฉ decir de las dos escenas en pop – up que se nos regala a los lectores, dos visiones diferentes de una misma realidad, que descubren que el paso del tiempo no significa siempre la decadencia, el dolor, la sequedad del ser humano, sino todo lo contrario. Una perfecta combinaciรณn de lectura y disfrute la que se nos ofrece, mรกs allรก del simple paso de nuestros ojos por las letras. Se reposa, se cierran los ojos, tras el punto y final que nos devuelve a la realidad, y entendemos que algo ya es distinto, que con esta pequeรฑa historia nos hemos converitdo en otra cosa, en algo que no nos imaginรกbamos. Puede que sea yo, quizรก las circunstancias, pero en cualquier caso algo se ha movido, ha virado de direcciรณn y me ha llevado a otro sitio, creo que mejor, porque aunque el cafรฉ que estaba tomando mientras lo leรญa estuviera amargo, la sensaciรณn en mi garganta ha sido la del dulce caramelo que aliviaba la inflamaciรณn y me tranquilizaba durante todo el dรญa. Sรณlo por eso, quizรก, ya mereciera la pena echarle un vistazo. Reseรฑa del editor «Imagino que Jean Giono habrรก plantado no pocos รกrboles a lo largo de su vida. Sรณlo quien ha cavado la tierra para acomodar una raรญz o la promesa de รฉsta podrรญa haber escrito la singularรญsima narraciรณn que es El hombre que plantaba รกrboles, una indiscutible proeza en el arte de contar. (...) Y รฉsa es la conclusiรณn: estamos esperando a Elzรฉard Bouffier, antes de que sea demasiado tarde para el mundo.» Josรฉ Saramago

Book Now Crรญticas 	 	  	Recomendaciรณn de Librosyliteratura.es, escrita por Sergio Sancor  El hombre que plantaba รกrboles, de Jean Giono Lo sencillo. Eso que olvidamos, pero que estรก ahรญ. Lo que espera a que nos demos cuenta. Una palabra, una historia, un cuento convertido en realidad. Lo sencillo. Que se pega a nuestro cuerpo y no nos abandona. Pero a lo que no hacemos caso. Miramos para otro lado, nos complicamos la existencia, nos absorben las preocupaciones. Y nos quejamos, nos preocupamos, es decir, nos ocupamos antes de tiempo, antes de que haya sucedido nada, como si nos importara mรกs el maรฑana que el hoy. Lo sencillo. Que avanza a paso lento, pero que avanza. A lo que no echamos una pequeรฑa mirada, al detalle mรกs nimio, a lo que de verdad cuenta. Un simple color, un sonido apenas audible, una letra que unida a otras forman un cuento. El hombre que plantaba รกrboles es lo sencillo, construido de tal forma que se convierte en algo delicioso, en un manjar que se saborea, que termina rรกpido, pero que en realidad permanece mucho, quizรก todo, durante tanto tiempo que es de visita obligada una segunda, puede que una tercera, y tambiรฉn una cuarta vez. Es lo sencillo, eso que importa, lo que recuerda a viajes pasados, lo que nos descubre que no hacen falta grandes aspavientos para convertir algo en enorme, en vivo, en respiraciรณn entre tanta contaminaciรณn, en lo claro que aparece despuรฉs de la oscuridad. Es lo simple, lo que se encuentra agazapado, lo que devuelve la sonrisa, quizรก la esperanza perdida, ese camino que nos lleva a un final que saludamos con una sonrisa, con media sonrisa, con la sonrisa pรญcara de un niรฑo que ha disfrutado con el juego, que ha sabido pasรกrselo bien. Es lo sencillo, lo que importa, lo que de verdad se queda. Es asรญ, esto es asรญ, como la vida que cuelga, que se balancea, pero que no se disipa nunca, agarrรกndose a nosotros como si no hubiera nada mรกs importante.   Sucede que, en numerosas ocasiones, yo me siento a leer en una terraza para tomar un cafรฉ. Y sucede tambiรฉn que, mientras ese cafรฉ va desapareciendo de la taza, yo voy viรฉndome inmerso en la historia que me cuenta un libro. El hombre que plantaba รกrboles no fue una excepciรณn. Con el sabor amargo de un cafรฉ demasiado cargado, fui recorriendo la historia que guarda esta novela de Jean Giono con esa sensaciรณn de encontrarme ante algo importante, ante una palabra que no habรญa pretendido toparme, ante un regalo que alguien, algรบn dรญa, me recomendรณ y que yo pasรฉ por alto. Asรญ es como me sentรญ al ir desentraรฑando la historia de un hombre, Elzรฉard Bouffier, que dedicรณ su vida a plantar รกrboles, los aรฑos a verles crecer, y la muerte a ver cรณmo su obra se habรญa convertido en algo distinto, en algo mรกs grande, que influรญa en todo lo que la rodeaba. Sรญ, puede parecer a los ojos de los lectores que estamos ante una historia sencilla, y en el fondo lo es. Pero si uno va ahondando mรกs en las implicaciones que puede tener verรก cรณmo lo que refleja esta historia, este pequeรฑo cuento, convierte a quien lo lee en alguien que ha encontrado algo especial. Puede que sea por la facilidad con la que el autor nos describe las situaciones, puede que sea porque lo que se lee encierra algo, no sabemos quรฉ, pero en cualquier caso algo tan bello que es imposible no sentirse tocado, casi araรฑado por la sensaciรณn de esperanzadora compaรฑรญa, como si estuviรฉramos ante un amigo que reconforta el peor de los momentos. ¿Puede un libro cambiar en algo la vida de alguien? Puede, y este libro lo consigue. Menciรณn aparte, porque la merece, es la delicada ediciรณn de Duomo Ediciones que, junto con las imรกgenes de Jรถelle Jolivet, transforma una lectura en experiencia visual. Y quรฉ decir de las dos escenas en pop – up que se nos regala a los lectores, dos visiones diferentes de una misma realidad, que descubren que el paso del tiempo no significa siempre la decadencia, el dolor, la sequedad del ser humano, sino todo lo contrario. Una perfecta combinaciรณn de lectura y disfrute la que se nos ofrece, mรกs allรก del simple paso de nuestros ojos por las letras. Se reposa, se cierran los ojos, tras el punto y final que nos devuelve a la realidad, y entendemos que algo ya es distinto, que con esta pequeรฑa historia nos hemos converitdo en otra cosa, en algo que no nos imaginรกbamos. Puede que sea yo, quizรก las circunstancias, pero en cualquier caso algo se ha movido, ha virado de direcciรณn y me ha llevado a otro sitio, creo que mejor, porque aunque el cafรฉ que estaba tomando mientras lo leรญa estuviera amargo, la sensaciรณn en mi garganta ha sido la del dulce caramelo que aliviaba la inflamaciรณn y me tranquilizaba durante todo el dรญa. Sรณlo por eso, quizรก, ya mereciera la pena echarle un vistazo.    	  	 Reseรฑa del editor 	 	  	«Imagino que Jean Giono habrรก plantado no pocos รกrboles a lo largo de su vida. Sรณlo quien ha cavado la tierra para acomodar una raรญz o la promesa de รฉsta podrรญa haber escrito la singularรญsima narraciรณn que es El hombre que plantaba รกrboles, una indiscutible proeza en el arte de contar. (...) Y รฉsa es la conclusiรณn: estamos esperando a Elzรฉard Bouffier, antes de que sea demasiado tarde para el mundo.» Josรฉ Saramago

๐„๐ฅ ๐ก๐จ๐ฆ๐›๐ซ๐ž ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฉ๐ฅ๐š๐ง๐ญ๐š๐›๐š รก๐ซ๐›๐จ๐ฅ๐ž๐ฌ (๐ˆ๐ฅ๐ฎ๐ฌ๐ญ๐ซ๐š๐๐จ) ๐‰๐ž๐š๐ง ๐†๐ข๐จ๐ง๐จ,๐๐š๐ฅ๐ฆ๐ข๐ซ๐š ๐…๐ž๐ข๐ฑ๐š๐ฌ ๐†๐ฎ๐ข๐ฅ๐ฅ๐š๐ฆ๐ž๐ญ You could very well retrieve this ebook, i afford downloads as a pdf, amazon dx, word, txt, ppt, rar and zip. There are many books in the world that can improve our knowledge. One of them is the book entitled ๐„๐ฅ ๐ก๐จ๐ฆ๐›๐ซ๐ž ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฉ๐ฅ๐š๐ง๐ญ๐š๐›๐š รก๐ซ๐›๐จ๐ฅ๐ž๐ฌ (๐ˆ๐ฅ๐ฎ๐ฌ๐ญ๐ซ๐š๐๐จ) ๐‰๐ž๐š๐ง ๐†๐ข๐จ๐ง๐จ,๐๐š๐ฅ๐ฆ๐ข๐ซ๐š ๐…๐ž๐ข๐ฑ๐š๐ฌ ๐†๐ฎ๐ข๐ฅ๐ฅ๐š๐ฆ๐ž๐ญ This book shows the reader new education and experience. Thisinternet book is made in simple word. It prepares the reader is easy to know the meaning of the contentof this book. There are so many people have been read this book. All the word in this online book is packed in easy word to make the readers are easy to read this book. The content of this book are easy to be understood. So, reading thisbook entitled Free Download ๐„๐ฅ ๐ก๐จ๐ฆ๐›๐ซ๐ž ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฉ๐ฅ๐š๐ง๐ญ๐š๐›๐š รก๐ซ๐›๐จ๐ฅ๐ž๐ฌ (๐ˆ๐ฅ๐ฎ๐ฌ๐ญ๐ซ๐š๐๐จ) ๐‰๐ž๐š๐ง ๐†๐ข๐จ๐ง๐จ,๐๐š๐ฅ๐ฆ๐ข๐ซ๐š ๐…๐ž๐ข๐ฑ๐š๐ฌ ๐†๐ฎ๐ข๐ฅ๐ฅ๐š๐ฆ๐ž๐ญ does not need mush time. You probably will drink scanning this book while spent your free time. Theexpression in this word models the viewer look to interpret and read this book again and too.

๐„๐ฅ ๐ก๐จ๐ฆ๐›๐ซ๐ž ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฉ๐ฅ๐š๐ง๐ญ๐š๐›๐š รก๐ซ๐›๐จ๐ฅ๐ž๐ฌ (๐ˆ๐ฅ๐ฎ๐ฌ๐ญ๐ซ๐š๐๐จ) ๐‰๐ž๐š๐ง ๐†๐ข๐จ๐ง๐จ,๐๐š๐ฅ๐ฆ๐ข๐ซ๐š ๐…๐ž๐ข๐ฑ๐š๐ฌ ๐†๐ฎ๐ข๐ฅ๐ฅ๐š๐ฆ๐ž๐ญ PDF
๐„๐ฅ ๐ก๐จ๐ฆ๐›๐ซ๐ž ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฉ๐ฅ๐š๐ง๐ญ๐š๐›๐š รก๐ซ๐›๐จ๐ฅ๐ž๐ฌ (๐ˆ๐ฅ๐ฎ๐ฌ๐ญ๐ซ๐š๐๐จ) ๐‰๐ž๐š๐ง ๐†๐ข๐จ๐ง๐จ,๐๐š๐ฅ๐ฆ๐ข๐ซ๐š ๐…๐ž๐ข๐ฑ๐š๐ฌ ๐†๐ฎ๐ข๐ฅ๐ฅ๐š๐ฆ๐ž๐ญ Epub
๐„๐ฅ ๐ก๐จ๐ฆ๐›๐ซ๐ž ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฉ๐ฅ๐š๐ง๐ญ๐š๐›๐š รก๐ซ๐›๐จ๐ฅ๐ž๐ฌ (๐ˆ๐ฅ๐ฎ๐ฌ๐ญ๐ซ๐š๐๐จ) ๐‰๐ž๐š๐ง ๐†๐ข๐จ๐ง๐จ,๐๐š๐ฅ๐ฆ๐ข๐ซ๐š ๐…๐ž๐ข๐ฑ๐š๐ฌ ๐†๐ฎ๐ข๐ฅ๐ฅ๐š๐ฆ๐ž๐ญ Ebook
๐„๐ฅ ๐ก๐จ๐ฆ๐›๐ซ๐ž ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฉ๐ฅ๐š๐ง๐ญ๐š๐›๐š รก๐ซ๐›๐จ๐ฅ๐ž๐ฌ (๐ˆ๐ฅ๐ฎ๐ฌ๐ญ๐ซ๐š๐๐จ) ๐‰๐ž๐š๐ง ๐†๐ข๐จ๐ง๐จ,๐๐š๐ฅ๐ฆ๐ข๐ซ๐š ๐…๐ž๐ข๐ฑ๐š๐ฌ ๐†๐ฎ๐ข๐ฅ๐ฅ๐š๐ฆ๐ž๐ญ Rar
๐„๐ฅ ๐ก๐จ๐ฆ๐›๐ซ๐ž ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฉ๐ฅ๐š๐ง๐ญ๐š๐›๐š รก๐ซ๐›๐จ๐ฅ๐ž๐ฌ (๐ˆ๐ฅ๐ฎ๐ฌ๐ญ๐ซ๐š๐๐จ) ๐‰๐ž๐š๐ง ๐†๐ข๐จ๐ง๐จ,๐๐š๐ฅ๐ฆ๐ข๐ซ๐š ๐…๐ž๐ข๐ฑ๐š๐ฌ ๐†๐ฎ๐ข๐ฅ๐ฅ๐š๐ฆ๐ž๐ญ Zip
๐„๐ฅ ๐ก๐จ๐ฆ๐›๐ซ๐ž ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฉ๐ฅ๐š๐ง๐ญ๐š๐›๐š รก๐ซ๐›๐จ๐ฅ๐ž๐ฌ (๐ˆ๐ฅ๐ฎ๐ฌ๐ญ๐ซ๐š๐๐จ) ๐‰๐ž๐š๐ง ๐†๐ข๐จ๐ง๐จ,๐๐š๐ฅ๐ฆ๐ข๐ซ๐š ๐…๐ž๐ข๐ฑ๐š๐ฌ ๐†๐ฎ๐ข๐ฅ๐ฅ๐š๐ฆ๐ž๐ญ Read Online
๐„๐ฅ ๐ก๐จ๐ฆ๐›๐ซ๐ž ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฉ๐ฅ๐š๐ง๐ญ๐š๐›๐š รก๐ซ๐›๐จ๐ฅ๐ž๐ฌ (๐ˆ๐ฅ๐ฎ๐ฌ๐ญ๐ซ๐š๐๐จ) ๐‰๐ž๐š๐ง ๐†๐ข๐จ๐ง๐จ,๐๐š๐ฅ๐ฆ๐ข๐ซ๐š ๐…๐ž๐ข๐ฑ๐š๐ฌ ๐†๐ฎ๐ข๐ฅ๐ฅ๐š๐ฆ๐ž๐ญ Google Drive
๐„๐ฅ ๐ก๐จ๐ฆ๐›๐ซ๐ž ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฉ๐ฅ๐š๐ง๐ญ๐š๐›๐š รก๐ซ๐›๐จ๐ฅ๐ž๐ฌ (๐ˆ๐ฅ๐ฎ๐ฌ๐ญ๐ซ๐š๐๐จ) ๐‰๐ž๐š๐ง ๐†๐ข๐จ๐ง๐จ,๐๐š๐ฅ๐ฆ๐ข๐ซ๐š ๐…๐ž๐ข๐ฑ๐š๐ฌ ๐†๐ฎ๐ข๐ฅ๐ฅ๐š๐ฆ๐ž๐ญ Online Read

Desc: Crรญticas Recomendaciรณn de Librosyliteratura.es, escrita por Sergio Sancor El hombre que plantaba รกrboles, de Jean Giono Lo sencillo. Eso que olvidamos, pero que estรก ahรญ. Lo que espera a que nos demos cuenta. Una palabra, una historia, un cuento convertido en realidad. Lo sencillo. Que se pega a nuestro cuerpo y no nos abandona. Pero a lo que no hacemos caso. Miramos para otro lado, nos complicamos la existencia, nos absorben las preocupaciones. Y nos quejamos, nos preocupamos, es decir, nos ocupamos antes de tiempo, antes de que haya sucedido nada, como si nos importara mรกs el maรฑana que el hoy. Lo sencillo. Que avanza a paso lento, pero que avanza. A lo que no echamos una pequeรฑa mirada, al detalle mรกs nimio, a lo que de verdad cuenta. Un simple color, un sonido apenas audible, una letra que unida a otras forman un cuento. El hombre que plantaba รกrboles es lo sencillo, construido de tal forma que se convierte en algo delicioso, en un manjar que se saborea, que termina rรกpido, pero que en realidad permanece mucho, quizรก todo, durante tanto tiempo que es de visita obligada una segunda, puede que una tercera, y tambiรฉn una cuarta vez. Es lo sencillo, eso que importa, lo que recuerda a viajes pasados, lo que nos descubre que no hacen falta grandes aspavientos para convertir algo en enorme, en vivo, en respiraciรณn entre tanta contaminaciรณn, en lo claro que aparece despuรฉs de la oscuridad. Es lo simple, lo que se encuentra agazapado, lo que devuelve la sonrisa, quizรก la esperanza perdida, ese camino que nos lleva a un final que saludamos con una sonrisa, con media sonrisa, con la sonrisa pรญcara de un niรฑo que ha disfrutado con el juego, que ha sabido pasรกrselo bien. Es lo sencillo, lo que importa, lo que de verdad se queda. Es asรญ, esto es asรญ, como la vida que cuelga, que se balancea, pero que no se disipa nunca, agarrรกndose a nosotros como si no hubiera nada mรกs importante.   Sucede que, en numerosas ocasiones, yo me siento a leer en una terraza para tomar un cafรฉ. Y sucede tambiรฉn que, mientras ese cafรฉ va desapareciendo de la taza, yo voy viรฉndome inmerso en la historia que me cuenta un libro. El hombre que plantaba รกrboles no fue una excepciรณn. Con el sabor amargo de un cafรฉ demasiado cargado, fui recorriendo la historia que guarda esta novela de Jean Giono con esa sensaciรณn de encontrarme ante algo importante, ante una palabra que no habรญa pretendido toparme, ante un regalo que alguien, algรบn dรญa, me recomendรณ y que yo pasรฉ por alto. Asรญ es como me sentรญ al ir desentraรฑando la historia de un hombre, Elzรฉard Bouffier, que dedicรณ su vida a plantar รกrboles, los aรฑos a verles crecer, y la muerte a ver cรณmo su obra se habรญa convertido en algo distinto, en algo mรกs grande, que influรญa en todo lo que la rodeaba. Sรญ, puede parecer a los ojos de los lectores que estamos ante una historia sencilla, y en el fondo lo es. Pero si uno va ahondando mรกs en las implicaciones que puede tener verรก cรณmo lo que refleja esta historia, este pequeรฑo cuento, convierte a quien lo lee en alguien que ha encontrado algo especial. Puede que sea por la facilidad con la que el autor nos describe las situaciones, puede que sea porque lo que se lee encierra algo, no sabemos quรฉ, pero en cualquier caso algo tan bello que es imposible no sentirse tocado, casi araรฑado por la sensaciรณn de esperanzadora compaรฑรญa, como si estuviรฉramos ante un amigo que reconforta el peor de los momentos. ¿Puede un libro cambiar en algo la vida de alguien? Puede, y este libro lo consigue. Menciรณn aparte, porque la merece, es la delicada ediciรณn de Duomo Ediciones que, junto con las imรกgenes de Jรถelle Jolivet, transforma una lectura en experiencia visual. Y quรฉ decir de las dos escenas en pop – up que se nos regala a los lectores, dos visiones diferentes de una misma realidad, que descubren que el paso del tiempo no significa siempre la decadencia, el dolor, la sequedad del ser humano, sino todo lo contrario. Una perfecta combinaciรณn de lectura y disfrute la que se nos ofrece, mรกs allรก del simple paso de nuestros ojos por las letras. Se reposa, se cierran los ojos, tras el punto y final que nos devuelve a la realidad, y entendemos que algo ya es distinto, que con esta pequeรฑa historia nos hemos converitdo en otra cosa, en algo que no nos imaginรกbamos. Puede que sea yo, quizรก las circunstancias, pero en cualquier caso algo se ha movido, ha virado de direcciรณn y me ha llevado a otro sitio, creo que mejor, porque aunque el cafรฉ que estaba tomando mientras lo leรญa estuviera amargo, la sensaciรณn en mi garganta ha sido la del dulce caramelo que aliviaba la inflamaciรณn y me tranquilizaba durante todo el dรญa. Sรณlo por eso, quizรก, ya mereciera la pena echarle un vistazo. Reseรฑa del editor «Imagino que Jean Giono habrรก plantado no pocos รกrboles a lo largo de su vida. Sรณlo quien ha cavado la tierra para acomodar una raรญz o la promesa de รฉsta podrรญa haber escrito la singularรญsima narraciรณn que es El hombre que plantaba รกrboles, una indiscutible proeza en el arte de contar. (...) Y รฉsa es la conclusiรณn: estamos esperando a Elzรฉard Bouffier, antes de que sea demasiado tarde para el mundo.» Josรฉ Saramago Son 60 pรกginas, por Io que me ha parecido un poco caro.La historia del libro es muy, muy bonita, aunque no la veo para niรฑos.
Enjoy Read ๐„๐ฅ ๐ก๐จ๐ฆ๐›๐ซ๐ž ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฉ๐ฅ๐š๐ง๐ญ๐š๐›๐š รก๐ซ๐›๐จ๐ฅ๐ž๐ฌ (๐ˆ๐ฅ๐ฎ๐ฌ๐ญ๐ซ๐š๐๐จ) ๐‰๐ž๐š๐ง ๐†๐ข๐จ๐ง๐จ,๐๐š๐ฅ๐ฆ๐ข๐ซ๐š ๐…๐ž๐ข๐ฑ๐š๐ฌ ๐†๐ฎ๐ข๐ฅ๐ฅ๐š๐ฆ๐ž๐ญ

WorkingVVIP Crรญticas Recomendaciรณn de Librosyliteratura.es, escrita por Sergio Sancor El hombre que plantaba รกrboles, de Jean Giono Lo sencillo. Eso que olvidamos, pero que estรก ahรญ. Lo que espera a que nos demos cuenta. Una palabra, una historia, un cuento convertido en realidad. Lo sencillo. Que se pega a nuestro cuerpo y no nos abandona. Pero a lo que no hacemos caso. Miramos para otro lado, nos complicamos la existencia, nos absorben las preocupaciones. Y nos quejamos, nos preocupamos, es decir, nos ocupamos antes de tiempo, antes de que haya sucedido nada, como si nos importara mรกs el maรฑana que el hoy. Lo sencillo. Que avanza a paso lento, pero que avanza. A lo que no echamos una pequeรฑa mirada, al detalle mรกs nimio, a lo que de verdad cuenta. Un simple color, un sonido apenas audible, una letra que unida a otras forman un cuento. El hombre que plantaba รกrboles es lo sencillo, construido de tal forma que se convierte en algo delicioso, en un manjar que se saborea, que termina rรกpido, pero que en realidad permanece mucho, quizรก todo, durante tanto tiempo que es de visita obligada una segunda, puede que una tercera, y tambiรฉn una cuarta vez. Es lo sencillo, eso que importa, lo que recuerda a viajes pasados, lo que nos descubre que no hacen falta grandes aspavientos para convertir algo en enorme, en vivo, en respiraciรณn entre tanta contaminaciรณn, en lo claro que aparece despuรฉs de la oscuridad. Es lo simple, lo que se encuentra agazapado, lo que devuelve la sonrisa, quizรก la esperanza perdida, ese camino que nos lleva a un final que saludamos con una sonrisa, con media sonrisa, con la sonrisa pรญcara de un niรฑo que ha disfrutado con el juego, que ha sabido pasรกrselo bien. Es lo sencillo, lo que importa, lo que de verdad se queda. Es asรญ, esto es asรญ, como la vida que cuelga, que se balancea, pero que no se disipa nunca, agarrรกndose a nosotros como si no hubiera nada mรกs importante.   Sucede que, en numerosas ocasiones, yo me siento a leer en una terraza para tomar un cafรฉ. Y sucede tambiรฉn que, mientras ese cafรฉ va desapareciendo de la taza, yo voy viรฉndome inmerso en la historia que me cuenta un libro. El hombre que plantaba รกrboles no fue una excepciรณn. Con el sabor amargo de un cafรฉ demasiado cargado, fui recorriendo la historia que guarda esta novela de Jean Giono con esa sensaciรณn de encontrarme ante algo importante, ante una palabra que no habรญa pretendido toparme, ante un regalo que alguien, algรบn dรญa, me recomendรณ y que yo pasรฉ por alto. Asรญ es como me sentรญ al ir desentraรฑando la historia de un hombre, Elzรฉard Bouffier, que dedicรณ su vida a plantar รกrboles, los aรฑos a verles crecer, y la muerte a ver cรณmo su obra se habรญa convertido en algo distinto, en algo mรกs grande, que influรญa en todo lo que la rodeaba. Sรญ, puede parecer a los ojos de los lectores que estamos ante una historia sencilla, y en el fondo lo es. Pero si uno va ahondando mรกs en las implicaciones que puede tener verรก cรณmo lo que refleja esta historia, este pequeรฑo cuento, convierte a quien lo lee en alguien que ha encontrado algo especial. Puede que sea por la facilidad con la que el autor nos describe las situaciones, puede que sea porque lo que se lee encierra algo, no sabemos quรฉ, pero en cualquier caso algo tan bello que es imposible no sentirse tocado, casi araรฑado por la sensaciรณn de esperanzadora compaรฑรญa, como si estuviรฉramos ante un amigo que reconforta el peor de los momentos. ¿Puede un libro cambiar en algo la vida de alguien? Puede, y este libro lo consigue. Menciรณn aparte, porque la merece, es la delicada ediciรณn de Duomo Ediciones que, junto con las imรกgenes de Jรถelle Jolivet, transforma una lectura en experiencia visual. Y quรฉ decir de las dos escenas en pop – up que se nos regala a los lectores, dos visiones diferentes de una misma realidad, que descubren que el paso del tiempo no significa siempre la decadencia, el dolor, la sequedad del ser humano, sino todo lo contrario. Una perfecta combinaciรณn de lectura y disfrute la que se nos ofrece, mรกs allรก del simple paso de nuestros ojos por las letras. Se reposa, se cierran los ojos, tras el punto y final que nos devuelve a la realidad, y entendemos que algo ya es distinto, que con esta pequeรฑa historia nos hemos converitdo en otra cosa, en algo que no nos imaginรกbamos. Puede que sea yo, quizรก las circunstancias, pero en cualquier caso algo se ha movido, ha virado de direcciรณn y me ha llevado a otro sitio, creo que mejor, porque aunque el cafรฉ que estaba tomando mientras lo leรญa estuviera amargo, la sensaciรณn en mi garganta ha sido la del dulce caramelo que aliviaba la inflamaciรณn y me tranquilizaba durante todo el dรญa. Sรณlo por eso, quizรก, ya mereciera la pena echarle un vistazo. Reseรฑa del editor «Imagino que Jean Giono habrรก plantado no pocos รกrboles a lo largo de su vida. Sรณlo quien ha cavado la tierra para acomodar una raรญz o la promesa de รฉsta podrรญa haber escrito la singularรญsima narraciรณn que es El hombre que plantaba รกrboles, una indiscutible proeza en el arte de contar. (...) Y รฉsa es la conclusiรณn: estamos esperando a Elzรฉard Bouffier, antes de que sea demasiado tarde para el mundo.» Josรฉ Saramago

Book Now Crรญticas 	 	  	Recomendaciรณn de Librosyliteratura.es, escrita por Sergio Sancor  El hombre que plantaba รกrboles, de Jean Giono Lo sencillo. Eso que olvidamos, pero que estรก ahรญ. Lo que espera a que nos demos cuenta. Una palabra, una historia, un cuento convertido en realidad. Lo sencillo. Que se pega a nuestro cuerpo y no nos abandona. Pero a lo que no hacemos caso. Miramos para otro lado, nos complicamos la existencia, nos absorben las preocupaciones. Y nos quejamos, nos preocupamos, es decir, nos ocupamos antes de tiempo, antes de que haya sucedido nada, como si nos importara mรกs el maรฑana que el hoy. Lo sencillo. Que avanza a paso lento, pero que avanza. A lo que no echamos una pequeรฑa mirada, al detalle mรกs nimio, a lo que de verdad cuenta. Un simple color, un sonido apenas audible, una letra que unida a otras forman un cuento. El hombre que plantaba รกrboles es lo sencillo, construido de tal forma que se convierte en algo delicioso, en un manjar que se saborea, que termina rรกpido, pero que en realidad permanece mucho, quizรก todo, durante tanto tiempo que es de visita obligada una segunda, puede que una tercera, y tambiรฉn una cuarta vez. Es lo sencillo, eso que importa, lo que recuerda a viajes pasados, lo que nos descubre que no hacen falta grandes aspavientos para convertir algo en enorme, en vivo, en respiraciรณn entre tanta contaminaciรณn, en lo claro que aparece despuรฉs de la oscuridad. Es lo simple, lo que se encuentra agazapado, lo que devuelve la sonrisa, quizรก la esperanza perdida, ese camino que nos lleva a un final que saludamos con una sonrisa, con media sonrisa, con la sonrisa pรญcara de un niรฑo que ha disfrutado con el juego, que ha sabido pasรกrselo bien. Es lo sencillo, lo que importa, lo que de verdad se queda. Es asรญ, esto es asรญ, como la vida que cuelga, que se balancea, pero que no se disipa nunca, agarrรกndose a nosotros como si no hubiera nada mรกs importante.   Sucede que, en numerosas ocasiones, yo me siento a leer en una terraza para tomar un cafรฉ. Y sucede tambiรฉn que, mientras ese cafรฉ va desapareciendo de la taza, yo voy viรฉndome inmerso en la historia que me cuenta un libro. El hombre que plantaba รกrboles no fue una excepciรณn. Con el sabor amargo de un cafรฉ demasiado cargado, fui recorriendo la historia que guarda esta novela de Jean Giono con esa sensaciรณn de encontrarme ante algo importante, ante una palabra que no habรญa pretendido toparme, ante un regalo que alguien, algรบn dรญa, me recomendรณ y que yo pasรฉ por alto. Asรญ es como me sentรญ al ir desentraรฑando la historia de un hombre, Elzรฉard Bouffier, que dedicรณ su vida a plantar รกrboles, los aรฑos a verles crecer, y la muerte a ver cรณmo su obra se habรญa convertido en algo distinto, en algo mรกs grande, que influรญa en todo lo que la rodeaba. Sรญ, puede parecer a los ojos de los lectores que estamos ante una historia sencilla, y en el fondo lo es. Pero si uno va ahondando mรกs en las implicaciones que puede tener verรก cรณmo lo que refleja esta historia, este pequeรฑo cuento, convierte a quien lo lee en alguien que ha encontrado algo especial. Puede que sea por la facilidad con la que el autor nos describe las situaciones, puede que sea porque lo que se lee encierra algo, no sabemos quรฉ, pero en cualquier caso algo tan bello que es imposible no sentirse tocado, casi araรฑado por la sensaciรณn de esperanzadora compaรฑรญa, como si estuviรฉramos ante un amigo que reconforta el peor de los momentos. ¿Puede un libro cambiar en algo la vida de alguien? Puede, y este libro lo consigue. Menciรณn aparte, porque la merece, es la delicada ediciรณn de Duomo Ediciones que, junto con las imรกgenes de Jรถelle Jolivet, transforma una lectura en experiencia visual. Y quรฉ decir de las dos escenas en pop – up que se nos regala a los lectores, dos visiones diferentes de una misma realidad, que descubren que el paso del tiempo no significa siempre la decadencia, el dolor, la sequedad del ser humano, sino todo lo contrario. Una perfecta combinaciรณn de lectura y disfrute la que se nos ofrece, mรกs allรก del simple paso de nuestros ojos por las letras. Se reposa, se cierran los ojos, tras el punto y final que nos devuelve a la realidad, y entendemos que algo ya es distinto, que con esta pequeรฑa historia nos hemos converitdo en otra cosa, en algo que no nos imaginรกbamos. Puede que sea yo, quizรก las circunstancias, pero en cualquier caso algo se ha movido, ha virado de direcciรณn y me ha llevado a otro sitio, creo que mejor, porque aunque el cafรฉ que estaba tomando mientras lo leรญa estuviera amargo, la sensaciรณn en mi garganta ha sido la del dulce caramelo que aliviaba la inflamaciรณn y me tranquilizaba durante todo el dรญa. Sรณlo por eso, quizรก, ya mereciera la pena echarle un vistazo.    	  	 Reseรฑa del editor 	 	  	«Imagino que Jean Giono habrรก plantado no pocos รกrboles a lo largo de su vida. Sรณlo quien ha cavado la tierra para acomodar una raรญz o la promesa de รฉsta podrรญa haber escrito la singularรญsima narraciรณn que es El hombre que plantaba รกrboles, una indiscutible proeza en el arte de contar. (...) Y รฉsa es la conclusiรณn: estamos esperando a Elzรฉard Bouffier, antes de que sea demasiado tarde para el mundo.» Josรฉ Saramago

Previous Post
Next Post

post written by:

0 komentar: