Minggu, 15 Oktober 2017

Premium Read Online ++La edad de la ira (Novela y Relatos) Nando Lรณpez VVIP

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Lรณpez Es un segundo, quizรก un minuto, en el que abrimos los ojos y nos damos cuenta de las consecuencias de nuestros actos. Pero nos olvidamos de las causas, de aquello que nos hizo recorrer los metros que nos separaban de aquello que nos hacรญa daรฑo, de aquello que no dolรญa, haciรฉndolo desaparecer. Y es aquรญ hay dolor, como en el bello poema de Emily Dickison en el que pronunciaba que se parece el dolor a un gran espacio, recordar no podrรญa si hubo un sรณlo dรญa sin รฉl. Nacemos, crecemos, sumamos decepciones junto a los miedos que nos atenazaban en las mรกs absoluta oscuridad, y despuรฉs, cuando somos adultos, nos convertimos en algo mรกs, en algo que difiere de aquella imagen que nos habรญamos hecho de nosotros mismos y que no creรญamos que pudiera cambiar de tal forma. Hoy no soy yo el que habla desde esta reseรฑa, aunque tambiรฉn, sino que es Marcos, el protagonista de La edad de la ira que mantiene el silencio mientras los demรกs son los que hablan, los que cuentan su historia, los que van llenando los espacios vacรญos que quedan dentro de un alma cuando ya no hay nada que ganar pero tampoco mucho que perder. Por tanto hoy yo no soy yo, que tambiรฉn, sino que me convierto por un instante en un joven adolescente que viviรณ aquello que nadie tiene derecho a perder: la libertad de ser uno mismo. Marcos ha asesinado a su padre y ha herido a su hermano pequeรฑo. Nadie sabe por quรฉ. Serรก un periodista quien investigue las causas, quien ahonde en el mundo de un chaval que parecรญa feliz, que todo el mundo describe como alguien pacรญfico, descubriendo los secretos que ese crimen lleva pegado en el corazรณn de la sangre derramada.   Hay una especie de sensaciรณn que viene acompaรฑรกndome desde que terminรฉ La edad de la ira, despuรฉs de todo un dรญa de lectura, despuรฉs de un dรญa en el que apenas comรญ y me convertรญ en una de esas personas que se beben las palabras de autores que tienen tanto que contar. Una pregunta que se crea una y otra vez en mi cerebro: ¿quรฉ me has hecho Fernando J. Lรณpez, quรฉ? ¿Cรณmo es posible que una novela consiga transportarme a una รฉpoca que siempre he querido olvidar, a una รฉpoca que permanecรญa en mi memoria bien guardada? Es ese daรฑo, ese pequeรฑo dolor que se clava como un cuchillo entrando lentamente en la carne, lo que hace de esta novela algo tan sublime, algo tan especial, algo tan vivo incluso hablando de la muerte, que parece que ya nada de lo que leas, nada de lo que intuyas despuรฉs como la prรณxima lectura que caerรก en tus manos, merezca realmente la pena. Es un dolor que remite con el tiempo, que se solapa con otras alegrรญas, con esos pequeรฑos placeres que la vida da, pero que aun asรญ deja un pequeรฑo poso en tu interior que es imposible lavar del todo. ¿Quรฉ me ha hecho esta novela, quรฉ? Me lo pregunto y no obtengo respuesta, o quizรก sรญ, pero su respuesta es lo suficientemente dura como para escucharla por mi propia voz. ¿Habรฉis sentido alguna vez que algo habla de vosotros, que os describe a la perfecciรณn, que os radiografรญa y os convierte en algo distinto? Bienvenidos entonces a mi mundo, porque yo ya no consigo ser el mismo que empezรณ la historia de Marcos. Es la realidad la que impone su mandato, la que nos lleva de un lado a otro, zarandeรกndonos como botes de madera en un mar donde la tormenta es la dueรฑa. Fernando J. Lรณpez es un descubrimiento, un gran hallazgo dentro de los rayos y la lluvia que traspasa nuestros cuerpos cuando una lectura cala tan hondo como lo ha hecho La edad de la ira. Un amor que se pierde, una amistad leal, un sistema educativo que hace aguas, y las preguntas, las eternas preguntas que alguien se hace en su interior y las murallas que crecen a su alrededor. Y ser, sobre todo, nuestros propios caballeros dispuestos a matar al dragรณn, al enemigo, a ese enemigo que es la intolerancia, que es la rabia, que es el mundo al revรฉs cuando debiera estar del derecho. Es un grito, desordenado, casi agรณnico, donde la vida y la muerte se dan la mano y dan como resultado una obra que sacude a su espectador desde el pie hasta el รบltimo de nuestros pelos. Es tu vida, la mรญa, la de todos nosotros, la de aquellos que sobrevivieron a los ignorantes, a los que creyeron que por amar a alguien diferente ya no tenรญamos derechos, es la existencia de los que, como yo, sobrevivimos en la marea, en la ola que siempre pugnaba por tirarnos y no lo consiguiรณ. Eso es La edad de la ira y esa es la suerte que tendrรฉis aquellos que caigรกis en sus redes. Reseรฑa del editor El titular Marcos, un adolescente de clase media, asesina a su padre y deja malherido a uno de sus cuatro hermanos. Las primeras reacciones Amigos, familiares, profesores de Marcos: nadie se explica lo sucedido. Nadie pudo preverlo. Las imรกgenes del crimen acaparan los medios. La violencia adolescente se adueรฑa, de nuevo, de la actualidad. La investigaciรณn El crimen de Marcos no es un suceso aislado. Demasiados casos en los รบltimos aรฑos de menores envueltos en situaciones de extrema violencia. Bullying. Acoso cibernรฉtico. Ataques racistas. Trapicheos con drogas. Vรญdeos en YouTube con humillaciones a profesores. Docentes deprimidos. Fracaso escolar... ¿La culpa es de los adolescentes? ¿De sus profesores? ¿De sus padres? ¿Hay en verdad culpables o somos todos vรญctimas? Un periodista, impulsado por estos interrogantes, decide adentrarse en el entorno del asesino. ¿Quรฉ sucediรณ el dรญa del crimen? ¿Cรณmo fue la semana anterior a los hechos? En el instituto en el que Marcos cursa el Bachillerato, entre apuntes, pizarras y claustros, El reportero buscarรก la verdad, recopilando los testimonios de quienes formaron parte del mundo de Marcos durante aquellos dรญas. Un mundo en el que sรณlo parece regir una รบnica ley y una รบnica edad: la edad de la ira. Ver Descripciรณn del producto Work VVIP PREMIUM +++ ๐‹๐š ๐ž๐๐š๐ ๐๐ž ๐ฅ๐š ๐ข๐ซ๐š (๐๐จ๐ฏ๐ž๐ฅ๐š ๐ฒ ๐‘๐ž๐ฅ๐š๐ญ๐จ๐ฌ) ๐๐š๐ง๐๐จ ๐‹รณ๐ฉ๐ž๐ณ

Nando Lรณpez La edad de la ira (Novela y Relatos)

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WorkingVVIP Crรญticas Recomendaciรณn de Librosyliteratura.es, escrita por Sergio Sancor La edad de la ira, de Fernando J. Lรณpez Es un segundo, quizรก un minuto, en el que abrimos los ojos y nos damos cuenta de las consecuencias de nuestros actos. Pero nos olvidamos de las causas, de aquello que nos hizo recorrer los metros que nos separaban de aquello que nos hacรญa daรฑo, de aquello que no dolรญa, haciรฉndolo desaparecer. Y es aquรญ hay dolor, como en el bello poema de Emily Dickison en el que pronunciaba que se parece el dolor a un gran espacio, recordar no podrรญa si hubo un sรณlo dรญa sin รฉl. Nacemos, crecemos, sumamos decepciones junto a los miedos que nos atenazaban en las mรกs absoluta oscuridad, y despuรฉs, cuando somos adultos, nos convertimos en algo mรกs, en algo que difiere de aquella imagen que nos habรญamos hecho de nosotros mismos y que no creรญamos que pudiera cambiar de tal forma. Hoy no soy yo el que habla desde esta reseรฑa, aunque tambiรฉn, sino que es Marcos, el protagonista de La edad de la ira que mantiene el silencio mientras los demรกs son los que hablan, los que cuentan su historia, los que van llenando los espacios vacรญos que quedan dentro de un alma cuando ya no hay nada que ganar pero tampoco mucho que perder. Por tanto hoy yo no soy yo, que tambiรฉn, sino que me convierto por un instante en un joven adolescente que viviรณ aquello que nadie tiene derecho a perder: la libertad de ser uno mismo. Marcos ha asesinado a su padre y ha herido a su hermano pequeรฑo. Nadie sabe por quรฉ. Serรก un periodista quien investigue las causas, quien ahonde en el mundo de un chaval que parecรญa feliz, que todo el mundo describe como alguien pacรญfico, descubriendo los secretos que ese crimen lleva pegado en el corazรณn de la sangre derramada.   Hay una especie de sensaciรณn que viene acompaรฑรกndome desde que terminรฉ La edad de la ira, despuรฉs de todo un dรญa de lectura, despuรฉs de un dรญa en el que apenas comรญ y me convertรญ en una de esas personas que se beben las palabras de autores que tienen tanto que contar. Una pregunta que se crea una y otra vez en mi cerebro: ¿quรฉ me has hecho Fernando J. Lรณpez, quรฉ? ¿Cรณmo es posible que una novela consiga transportarme a una รฉpoca que siempre he querido olvidar, a una รฉpoca que permanecรญa en mi memoria bien guardada? 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Book Now Crรญticas 	 	  	Recomendaciรณn de Librosyliteratura.es, escrita por Sergio Sancor  La edad de la ira, de Fernando J. Lรณpez Es un segundo, quizรก un minuto, en el que abrimos los ojos y nos damos cuenta de las consecuencias de nuestros actos. Pero nos olvidamos de las causas, de aquello que nos hizo recorrer los metros que nos separaban de aquello que nos hacรญa daรฑo, de aquello que no dolรญa, haciรฉndolo desaparecer. Y es aquรญ hay dolor, como en el bello poema de <strong>Emily Dickison</strong> en el que pronunciaba que se parece el dolor a un gran espacio, recordar no podrรญa si hubo un sรณlo dรญa sin รฉl. Nacemos, crecemos, sumamos decepciones junto a los miedos que nos atenazaban en las mรกs absoluta oscuridad, y despuรฉs, cuando somos adultos, nos convertimos en algo mรกs, en algo que difiere de aquella imagen que nos habรญamos hecho de nosotros mismos y que no creรญamos que pudiera cambiar de tal forma. Hoy no soy yo el que habla desde esta reseรฑa, aunque tambiรฉn, sino que es Marcos, el protagonista de <strong>La edad de la ira</strong> que mantiene el silencio mientras los demรกs son los que hablan, los que cuentan su historia, los que van llenando los espacios vacรญos que quedan dentro de un alma cuando ya no hay nada que ganar pero tampoco mucho que perder. Por tanto hoy yo no soy yo, que tambiรฉn, sino que me convierto por un instante en un joven adolescente que viviรณ aquello que nadie tiene derecho a perder: la libertad de ser uno mismo. Marcos ha asesinado a su padre y ha herido a su hermano pequeรฑo. Nadie sabe por quรฉ. 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Desc: Crรญticas Recomendaciรณn de Librosyliteratura.es, escrita por Sergio Sancor La edad de la ira, de Fernando J. Lรณpez Es un segundo, quizรก un minuto, en el que abrimos los ojos y nos damos cuenta de las consecuencias de nuestros actos. Pero nos olvidamos de las causas, de aquello que nos hizo recorrer los metros que nos separaban de aquello que nos hacรญa daรฑo, de aquello que no dolรญa, haciรฉndolo desaparecer. Y es aquรญ hay dolor, como en el bello poema de Emily Dickison en el que pronunciaba que se parece el dolor a un gran espacio, recordar no podrรญa si hubo un sรณlo dรญa sin รฉl. Nacemos, crecemos, sumamos decepciones junto a los miedos que nos atenazaban en las mรกs absoluta oscuridad, y despuรฉs, cuando somos adultos, nos convertimos en algo mรกs, en algo que difiere de aquella imagen que nos habรญamos hecho de nosotros mismos y que no creรญamos que pudiera cambiar de tal forma. Hoy no soy yo el que habla desde esta reseรฑa, aunque tambiรฉn, sino que es Marcos, el protagonista de La edad de la ira que mantiene el silencio mientras los demรกs son los que hablan, los que cuentan su historia, los que van llenando los espacios vacรญos que quedan dentro de un alma cuando ya no hay nada que ganar pero tampoco mucho que perder. Por tanto hoy yo no soy yo, que tambiรฉn, sino que me convierto por un instante en un joven adolescente que viviรณ aquello que nadie tiene derecho a perder: la libertad de ser uno mismo. Marcos ha asesinado a su padre y ha herido a su hermano pequeรฑo. Nadie sabe por quรฉ. Serรก un periodista quien investigue las causas, quien ahonde en el mundo de un chaval que parecรญa feliz, que todo el mundo describe como alguien pacรญfico, descubriendo los secretos que ese crimen lleva pegado en el corazรณn de la sangre derramada.   Hay una especie de sensaciรณn que viene acompaรฑรกndome desde que terminรฉ La edad de la ira, despuรฉs de todo un dรญa de lectura, despuรฉs de un dรญa en el que apenas comรญ y me convertรญ en una de esas personas que se beben las palabras de autores que tienen tanto que contar. Una pregunta que se crea una y otra vez en mi cerebro: ¿quรฉ me has hecho Fernando J. Lรณpez, quรฉ? ¿Cรณmo es posible que una novela consiga transportarme a una รฉpoca que siempre he querido olvidar, a una รฉpoca que permanecรญa en mi memoria bien guardada? Es ese daรฑo, ese pequeรฑo dolor que se clava como un cuchillo entrando lentamente en la carne, lo que hace de esta novela algo tan sublime, algo tan especial, algo tan vivo incluso hablando de la muerte, que parece que ya nada de lo que leas, nada de lo que intuyas despuรฉs como la prรณxima lectura que caerรก en tus manos, merezca realmente la pena. Es un dolor que remite con el tiempo, que se solapa con otras alegrรญas, con esos pequeรฑos placeres que la vida da, pero que aun asรญ deja un pequeรฑo poso en tu interior que es imposible lavar del todo. ¿Quรฉ me ha hecho esta novela, quรฉ? Me lo pregunto y no obtengo respuesta, o quizรก sรญ, pero su respuesta es lo suficientemente dura como para escucharla por mi propia voz. ¿Habรฉis sentido alguna vez que algo habla de vosotros, que os describe a la perfecciรณn, que os radiografรญa y os convierte en algo distinto? Bienvenidos entonces a mi mundo, porque yo ya no consigo ser el mismo que empezรณ la historia de Marcos. Es la realidad la que impone su mandato, la que nos lleva de un lado a otro, zarandeรกndonos como botes de madera en un mar donde la tormenta es la dueรฑa. Fernando J. Lรณpez es un descubrimiento, un gran hallazgo dentro de los rayos y la lluvia que traspasa nuestros cuerpos cuando una lectura cala tan hondo como lo ha hecho La edad de la ira. Un amor que se pierde, una amistad leal, un sistema educativo que hace aguas, y las preguntas, las eternas preguntas que alguien se hace en su interior y las murallas que crecen a su alrededor. Y ser, sobre todo, nuestros propios caballeros dispuestos a matar al dragรณn, al enemigo, a ese enemigo que es la intolerancia, que es la rabia, que es el mundo al revรฉs cuando debiera estar del derecho. Es un grito, desordenado, casi agรณnico, donde la vida y la muerte se dan la mano y dan como resultado una obra que sacude a su espectador desde el pie hasta el รบltimo de nuestros pelos. Es tu vida, la mรญa, la de todos nosotros, la de aquellos que sobrevivieron a los ignorantes, a los que creyeron que por amar a alguien diferente ya no tenรญamos derechos, es la existencia de los que, como yo, sobrevivimos en la marea, en la ola que siempre pugnaba por tirarnos y no lo consiguiรณ. Eso es La edad de la ira y esa es la suerte que tendrรฉis aquellos que caigรกis en sus redes. Reseรฑa del editor El titular Marcos, un adolescente de clase media, asesina a su padre y deja malherido a uno de sus cuatro hermanos. Las primeras reacciones Amigos, familiares, profesores de Marcos: nadie se explica lo sucedido. Nadie pudo preverlo. Las imรกgenes del crimen acaparan los medios. La violencia adolescente se adueรฑa, de nuevo, de la actualidad. La investigaciรณn El crimen de Marcos no es un suceso aislado. Demasiados casos en los รบltimos aรฑos de menores envueltos en situaciones de extrema violencia. Bullying. Acoso cibernรฉtico. Ataques racistas. Trapicheos con drogas. Vรญdeos en YouTube con humillaciones a profesores. Docentes deprimidos. Fracaso escolar... ¿La culpa es de los adolescentes? ¿De sus profesores? ¿De sus padres? ¿Hay en verdad culpables o somos todos vรญctimas? Un periodista, impulsado por estos interrogantes, decide adentrarse en el entorno del asesino. ¿Quรฉ sucediรณ el dรญa del crimen? ¿Cรณmo fue la semana anterior a los hechos? En el instituto en el que Marcos cursa el Bachillerato, entre apuntes, pizarras y claustros, El reportero buscarรก la verdad, recopilando los testimonios de quienes formaron parte del mundo de Marcos durante aquellos dรญas. Un mundo en el que sรณlo parece regir una รบnica ley y una รบnica edad: la edad de la ira. Ver Descripciรณn del producto Fue finalista del Premio Nadal y es un gran libro. Crudo pero necesario, cuenta la historia de un adolescente y la complejidad que rodea esta etapa. Muy recomendable.
Enjoy Read ๐‹๐š ๐ž๐๐š๐ ๐๐ž ๐ฅ๐š ๐ข๐ซ๐š (๐๐จ๐ฏ๐ž๐ฅ๐š ๐ฒ ๐‘๐ž๐ฅ๐š๐ญ๐จ๐ฌ) ๐๐š๐ง๐๐จ ๐‹รณ๐ฉ๐ž๐ณ

WorkingVVIP Crรญticas Recomendaciรณn de Librosyliteratura.es, escrita por Sergio Sancor La edad de la ira, de Fernando J. Lรณpez Es un segundo, quizรก un minuto, en el que abrimos los ojos y nos damos cuenta de las consecuencias de nuestros actos. Pero nos olvidamos de las causas, de aquello que nos hizo recorrer los metros que nos separaban de aquello que nos hacรญa daรฑo, de aquello que no dolรญa, haciรฉndolo desaparecer. Y es aquรญ hay dolor, como en el bello poema de Emily Dickison en el que pronunciaba que se parece el dolor a un gran espacio, recordar no podrรญa si hubo un sรณlo dรญa sin รฉl. Nacemos, crecemos, sumamos decepciones junto a los miedos que nos atenazaban en las mรกs absoluta oscuridad, y despuรฉs, cuando somos adultos, nos convertimos en algo mรกs, en algo que difiere de aquella imagen que nos habรญamos hecho de nosotros mismos y que no creรญamos que pudiera cambiar de tal forma. Hoy no soy yo el que habla desde esta reseรฑa, aunque tambiรฉn, sino que es Marcos, el protagonista de La edad de la ira que mantiene el silencio mientras los demรกs son los que hablan, los que cuentan su historia, los que van llenando los espacios vacรญos que quedan dentro de un alma cuando ya no hay nada que ganar pero tampoco mucho que perder. Por tanto hoy yo no soy yo, que tambiรฉn, sino que me convierto por un instante en un joven adolescente que viviรณ aquello que nadie tiene derecho a perder: la libertad de ser uno mismo. Marcos ha asesinado a su padre y ha herido a su hermano pequeรฑo. Nadie sabe por quรฉ. Serรก un periodista quien investigue las causas, quien ahonde en el mundo de un chaval que parecรญa feliz, que todo el mundo describe como alguien pacรญfico, descubriendo los secretos que ese crimen lleva pegado en el corazรณn de la sangre derramada.   Hay una especie de sensaciรณn que viene acompaรฑรกndome desde que terminรฉ La edad de la ira, despuรฉs de todo un dรญa de lectura, despuรฉs de un dรญa en el que apenas comรญ y me convertรญ en una de esas personas que se beben las palabras de autores que tienen tanto que contar. Una pregunta que se crea una y otra vez en mi cerebro: ¿quรฉ me has hecho Fernando J. Lรณpez, quรฉ? ¿Cรณmo es posible que una novela consiga transportarme a una รฉpoca que siempre he querido olvidar, a una รฉpoca que permanecรญa en mi memoria bien guardada? Es ese daรฑo, ese pequeรฑo dolor que se clava como un cuchillo entrando lentamente en la carne, lo que hace de esta novela algo tan sublime, algo tan especial, algo tan vivo incluso hablando de la muerte, que parece que ya nada de lo que leas, nada de lo que intuyas despuรฉs como la prรณxima lectura que caerรก en tus manos, merezca realmente la pena. Es un dolor que remite con el tiempo, que se solapa con otras alegrรญas, con esos pequeรฑos placeres que la vida da, pero que aun asรญ deja un pequeรฑo poso en tu interior que es imposible lavar del todo. ¿Quรฉ me ha hecho esta novela, quรฉ? Me lo pregunto y no obtengo respuesta, o quizรก sรญ, pero su respuesta es lo suficientemente dura como para escucharla por mi propia voz. ¿Habรฉis sentido alguna vez que algo habla de vosotros, que os describe a la perfecciรณn, que os radiografรญa y os convierte en algo distinto? Bienvenidos entonces a mi mundo, porque yo ya no consigo ser el mismo que empezรณ la historia de Marcos. Es la realidad la que impone su mandato, la que nos lleva de un lado a otro, zarandeรกndonos como botes de madera en un mar donde la tormenta es la dueรฑa. Fernando J. Lรณpez es un descubrimiento, un gran hallazgo dentro de los rayos y la lluvia que traspasa nuestros cuerpos cuando una lectura cala tan hondo como lo ha hecho La edad de la ira. Un amor que se pierde, una amistad leal, un sistema educativo que hace aguas, y las preguntas, las eternas preguntas que alguien se hace en su interior y las murallas que crecen a su alrededor. Y ser, sobre todo, nuestros propios caballeros dispuestos a matar al dragรณn, al enemigo, a ese enemigo que es la intolerancia, que es la rabia, que es el mundo al revรฉs cuando debiera estar del derecho. Es un grito, desordenado, casi agรณnico, donde la vida y la muerte se dan la mano y dan como resultado una obra que sacude a su espectador desde el pie hasta el รบltimo de nuestros pelos. Es tu vida, la mรญa, la de todos nosotros, la de aquellos que sobrevivieron a los ignorantes, a los que creyeron que por amar a alguien diferente ya no tenรญamos derechos, es la existencia de los que, como yo, sobrevivimos en la marea, en la ola que siempre pugnaba por tirarnos y no lo consiguiรณ. Eso es La edad de la ira y esa es la suerte que tendrรฉis aquellos que caigรกis en sus redes. Reseรฑa del editor El titular Marcos, un adolescente de clase media, asesina a su padre y deja malherido a uno de sus cuatro hermanos. Las primeras reacciones Amigos, familiares, profesores de Marcos: nadie se explica lo sucedido. Nadie pudo preverlo. Las imรกgenes del crimen acaparan los medios. La violencia adolescente se adueรฑa, de nuevo, de la actualidad. La investigaciรณn El crimen de Marcos no es un suceso aislado. Demasiados casos en los รบltimos aรฑos de menores envueltos en situaciones de extrema violencia. Bullying. Acoso cibernรฉtico. Ataques racistas. Trapicheos con drogas. Vรญdeos en YouTube con humillaciones a profesores. Docentes deprimidos. Fracaso escolar... ¿La culpa es de los adolescentes? ¿De sus profesores? ¿De sus padres? ¿Hay en verdad culpables o somos todos vรญctimas? Un periodista, impulsado por estos interrogantes, decide adentrarse en el entorno del asesino. ¿Quรฉ sucediรณ el dรญa del crimen? ¿Cรณmo fue la semana anterior a los hechos? En el instituto en el que Marcos cursa el Bachillerato, entre apuntes, pizarras y claustros, El reportero buscarรก la verdad, recopilando los testimonios de quienes formaron parte del mundo de Marcos durante aquellos dรญas. Un mundo en el que sรณlo parece regir una รบnica ley y una รบnica edad: la edad de la ira. Ver Descripciรณn del producto

Book Now Crรญticas 	 	  	Recomendaciรณn de Librosyliteratura.es, escrita por Sergio Sancor  La edad de la ira, de Fernando J. Lรณpez Es un segundo, quizรก un minuto, en el que abrimos los ojos y nos damos cuenta de las consecuencias de nuestros actos. Pero nos olvidamos de las causas, de aquello que nos hizo recorrer los metros que nos separaban de aquello que nos hacรญa daรฑo, de aquello que no dolรญa, haciรฉndolo desaparecer. Y es aquรญ hay dolor, como en el bello poema de <strong>Emily Dickison</strong> en el que pronunciaba que se parece el dolor a un gran espacio, recordar no podrรญa si hubo un sรณlo dรญa sin รฉl. Nacemos, crecemos, sumamos decepciones junto a los miedos que nos atenazaban en las mรกs absoluta oscuridad, y despuรฉs, cuando somos adultos, nos convertimos en algo mรกs, en algo que difiere de aquella imagen que nos habรญamos hecho de nosotros mismos y que no creรญamos que pudiera cambiar de tal forma. Hoy no soy yo el que habla desde esta reseรฑa, aunque tambiรฉn, sino que es Marcos, el protagonista de <strong>La edad de la ira</strong> que mantiene el silencio mientras los demรกs son los que hablan, los que cuentan su historia, los que van llenando los espacios vacรญos que quedan dentro de un alma cuando ya no hay nada que ganar pero tampoco mucho que perder. Por tanto hoy yo no soy yo, que tambiรฉn, sino que me convierto por un instante en un joven adolescente que viviรณ aquello que nadie tiene derecho a perder: la libertad de ser uno mismo. Marcos ha asesinado a su padre y ha herido a su hermano pequeรฑo. Nadie sabe por quรฉ. Serรก un periodista quien investigue las causas, quien ahonde en el mundo de un chaval que parecรญa feliz, que todo el mundo describe como alguien pacรญfico, descubriendo los secretos que ese crimen lleva pegado en el corazรณn de la sangre derramada.   Hay una especie de sensaciรณn que viene acompaรฑรกndome desde que terminรฉ <strong>La edad de la ira</strong>, despuรฉs de todo un dรญa de lectura, despuรฉs de un dรญa en el que apenas comรญ y me convertรญ en una de esas personas que se beben las palabras de autores que tienen tanto que contar. Una pregunta que se crea una y otra vez en mi cerebro: ¿quรฉ me has hecho <strong>Fernando J. Lรณpez</strong>, quรฉ? ¿Cรณmo es posible que una novela consiga transportarme a una รฉpoca que siempre he querido olvidar, a una รฉpoca que permanecรญa en mi memoria bien guardada? Es ese daรฑo, ese pequeรฑo dolor que se clava como un cuchillo entrando lentamente en la carne, lo que hace de esta novela algo tan sublime, algo tan especial, algo tan vivo incluso hablando de la muerte, que parece que ya nada de lo que leas, nada de lo que intuyas despuรฉs como la prรณxima lectura que caerรก en tus manos, merezca realmente la pena. Es un dolor que remite con el tiempo, que se solapa con otras alegrรญas, con esos pequeรฑos placeres que la vida da, pero que aun asรญ deja un pequeรฑo poso en tu interior que es imposible lavar del todo. ¿Quรฉ me ha hecho esta novela, quรฉ? Me lo pregunto y no obtengo respuesta, o quizรก sรญ, pero su respuesta es lo suficientemente dura como para escucharla por mi propia voz. ¿Habรฉis sentido alguna vez que algo habla de vosotros, que os describe a la perfecciรณn, que os radiografรญa y os convierte en algo distinto? Bienvenidos entonces a mi mundo, porque yo ya no consigo ser el mismo que empezรณ la historia de Marcos. Es la realidad la que impone su mandato, la que nos lleva de un lado a otro, zarandeรกndonos como botes de madera en un mar donde la tormenta es la dueรฑa. <strong>Fernando J. Lรณpez</strong> es un descubrimiento, un gran hallazgo dentro de los rayos y la lluvia que traspasa nuestros cuerpos cuando una lectura cala tan hondo como lo ha hecho <strong>La edad de la ira</strong>. Un amor que se pierde, una amistad leal, un sistema educativo que hace aguas, y las preguntas, las eternas preguntas que alguien se hace en su interior y las murallas que crecen a su alrededor. Y ser, sobre todo, nuestros propios caballeros dispuestos a matar al dragรณn, al enemigo, a ese enemigo que es la intolerancia, que es la rabia, que es el mundo al revรฉs cuando debiera estar del derecho. Es un grito, desordenado, casi agรณnico, donde la vida y la muerte se dan la mano y dan como resultado una obra que sacude a su espectador desde el pie hasta el รบltimo de nuestros pelos. Es tu vida, la mรญa, la de todos nosotros, la de aquellos que sobrevivieron a los ignorantes, a los que creyeron que por amar a alguien diferente ya no tenรญamos derechos, es la existencia de los que, como yo, sobrevivimos en la marea, en la ola que siempre pugnaba por tirarnos y no lo consiguiรณ. Eso es <strong>La edad de la ira</strong> y esa es la suerte que tendrรฉis aquellos que caigรกis en sus redes.    	  	 Reseรฑa del editor 	 	  	<b>El titular </b>Marcos, un adolescente de clase media, asesina a su padre y deja malherido a uno de sus cuatro hermanos. <b>Las primeras reacciones </b>Amigos, familiares, profesores de Marcos: nadie se explica lo sucedido. Nadie pudo preverlo. Las imรกgenes del crimen acaparan los medios. La violencia adolescente se adueรฑa, de nuevo, de la actualidad. <b>La investigaciรณn </b>El crimen de Marcos no es un suceso aislado. Demasiados casos en los รบltimos aรฑos de menores envueltos en situaciones de extrema violencia. Bullying. Acoso cibernรฉtico. Ataques racistas. Trapicheos con drogas. Vรญdeos en YouTube con humillaciones a profesores. Docentes deprimidos. Fracaso escolar... ¿La culpa es de los adolescentes? ¿De sus profesores? ¿De sus padres? ¿Hay en verdad culpables o somos todos vรญctimas? Un periodista, impulsado por estos interrogantes, decide adentrarse en el entorno del asesino. ¿Quรฉ sucediรณ el dรญa del crimen? ¿Cรณmo fue la semana anterior a los hechos? En el instituto en el que Marcos cursa el Bachillerato, entre apuntes, pizarras y claustros, El reportero buscarรก la verdad, recopilando los testimonios de quienes formaron parte del mundo de Marcos durante aquellos dรญas. Un mundo en el que sรณlo parece regir una รบnica ley y una รบnica edad: la edad de la ira.    	       Ver Descripciรณn del producto

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